Los espacios
confinados pueden clasificarse atendiendo a diferentes
factores.
Según sus características geométricas, se dividen en abiertos
(túneles,
alcantarillas,...) o cerrados (cisternas, silos, pozos,...).
En función de
los riesgos potenciales, se pueden dividir en tres clases: A, B o C, de acuerdo
al grado de peligro para la vida de los trabajadores:
Clase A: corresponde a aquellos donde existe
un inminente peligro para la vida. Generalmente riesgos atmosféricos (gases
inflamables y/o tóxicos, deficiencia o enriquecimiento de oxigeno).
Clase
B: en esta clase, los peligros potenciales dentro del espacio confinado
pueden ser de lesiones y/o enfermedades que no comprometen la vida ni la salud
y pueden controlarse a través de los elementos de protección personal. Por
ejemplo : se clasifican como espacios confinados clase B a aquellos cuyo
contenido de oxígeno, gases inflamables y/o tóxicos, y su carga térmica están
dentro de los límites permisibles. Además, si el riesgo de derrumbe, de
existir, fue controlado o eliminado.
Clase C: esta categoría, corresponde a los
espacios confinados donde
las
situaciones de peligro no exigen modificaciones especiales a los
procedimientos
normales de trabajo o el uso de elementos de protección
personal
adicionales. Por ejemplo: tanques nuevos y limpios, fosos
abiertos al
aire libre, cañerías nuevas y limpias, etc.
En otras
ocasiones, la clasificación se realiza según las características ya
conocidas del
espacio confinado:
1ª categoría: Es necesaria autorización de entrada
por escrito y un plan
de trabajo
diseñado específicamente para las tareas a realizar.
2ª categoría: Precisa una seguridad en el método de
trabajo con un
permiso para
entrar sin protección respiratoria una vez efectuadas las
mediciones.
3ª categoría: Basándose en inspecciones y la
experiencia en estos
espacios
confinados se necesita seguridad en el método de trabajo, pero
no se
necesita permiso de entrada.
En
definitiva, un espacio confinado es un área aislada, cuya atmósfera puede
ser muy
diferente de aquella que habitualmente se respira. Los espacios
confinados no
están hechos en términos generales para estar habitados por el
hombre, no se
les ha diseñado fácil acceso o salida, poseen pocas aberturas
por lo que
generalmente la ventilación es pobre e incluso puede que el aire
puro no
llegue hasta el área de trabajo. Precisamente por tener escasez de
aberturas y
acceso limitado, aumentan las dificultades del operario que trabaja
en su
interior a la hora de abandonarlo por una situación peligrosa.
de donde se sustrajo dicha clasificación
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